Hoy, 25 de noviembre, la mujer vuelve a ser protagonista en una jornada dedicada a acabar con la violencia de género que ha asolado y maltratado el territorio español durante tantos años. Todo ha cambiado. Con este Día de la Eliminación de la Violencia de Género contra la Mujer se conmemorable el cambio de mentalidad, la apuesta por el progreso y la reiteración de la puesta en escena de una justicia eficaz, igualitaria, basada en la tolerancia. El tiempo de las palizas, los moretones diarios, y el silencio de puertas afueras ha quedado desenvuelto y superado. Desde el Centro de Documentación de las Artes Escénicas, se hace un esfuerzo por poner su grano de arena, llevando a cabo una revisión dentro de su archivo bibliográfico de obras que luchen por este cambio.
Entre ellas destaca "Heridas", producto de sudor y lágrimas de muchas mujeres, que tras decidirse a dar un paso adelante, intentan que todas aquellas que hayan o estén pasando por su antigua situación, aboguen por arriesgar ante el miedo, y acabar con la injusticia que se les cierne.
Dentro de este libro, los diálogos plasmados, los monólogos, las frases escogidas son reflejo del machismo generacional heredado de padres a hijos, del miedo que inspira el poder, la dominación, los celos. En sus páginas están las sombras de quienes se levantaron en vez de permanecer yacientes en el suelo, junto a las de aquellas que nunca más pudieron levantarse. Es un reclamo para avanzar. Su dramatismo es vital. No se resigna a lo ocurrido, encuentra en el lector las ganas de vivir para que nada le sea indiferente. Su objetivo, a mi sencillo entender, no es más que el consejo de una abuela, que observándote tras las gafas, a través de verdades universales, te aparta el pie, para no tropezar con la misma piedra, de nuevo.
En este día, en el que se conmemora y celebra una nueva era, el olvido se calza sus zapatos de soslayo. Para evitar que a cada paso transcurrido, las pisadas anteriores se borren, y con ellas lo que su memoria supuso, instituciones, centros y colegios recuerdan el mal cometido, en un esfuerzo colosal y doliente, que si aún sigue causando sensación de incomodidad entre las mujeres, y recelo entre parte del sector masculino, es porque la ley impuesto durante decenios por obras como "Camino" de José Escrivá de Balaguer, en las que se aconsejaba usar la vara o el bastón para hacer recordar a la mujer su condición.
Ahora es el momento de una igualdad real. Conseguir que no haya que celebrar este día en un futuro. Que el recuerdo de lo ocurrido sea tan difuso, que al recordarlo, se hable de una cultura ancestral e irracional donde aún existía la violencia y la ley del Talión. Ahora, ante un pretérito imponente, se fraguan las bases de un nuevo orden social. Mientras tanto, las palabras de los libros, los discursos de quienes defienden lo que parecía imposible, y las muertes aún presentes, serán el mejor recordatorio de que la lucha continúa.
WEB: http://www.un.org/spanish/conferences/Beijing/fs4.htm
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