martes, 6 de noviembre de 2012

Angélica Liddell: Premio Nacional de Literatura Dramática 2012

Angélica Liddell, escritora, actriz y dramaturga catalana, consigue hacerse con un galardón que premia una vida de esfuerzo sobre los escenarios, entre constantes e íntimas apuestas de riesgo.

Locura, sudor  y sangre. Angélica Liddell es sentimiento, pasión y energía. Desde que comenzara sus andaduras escénicas, allá por el año 1988, ha seguido una pauta propia, al margen del clasicismo y la resignación mediática. Corazón del inconformismo teatral, ha luchado con uñas y dientes para hacer llegar su visión del teatro a todo aquel que se arriesgara a seguirla. Absolventes universos, con regusto a Grecia y Roma, pero también a nuevos tiempos. El Jurado multilingüe del Premio Nacional de Literatura Dramática ha visto en La casa de la fuerza, un mundo propio, representado sin palabras, y que al mismo tiempo, conteniendo todas ellas, consigue fundir el sentimiento que tras sus textos difunde, con su sangre, su sudor y su locura. Simple y llanamente, una explosión de artes circenses, sin maquillaje ni efectos añadidos. Tan sólo, ella. Directora, dramaturga, actriz, y ante todo, conocedora de los recovecos de la psique, por vocación y placer, que vuelve a demostrar, a pesar del tardío reconocimiento que hay luz y sentido en el asedio constante a las rutinas del arte.
  El Centro de Documentación de las Artes Escénicas de Sevilla, en su intento por acercar el corazón de la gironense, a quien lo quiera, pone a disposición del público su obra, recolectada paso a paso, e insta a visitarla, para no dejar escapar la oportunidad de acercarse a la obra tanto textual como audiovisual, de una de las mentes más rompedoras y atractivas de la actualidad.
  Premios como el Valle Inclán de Teatro, 2007, por El año de Ricardo, el Premio SGAE de Teatro 2004, por la obra “Mi relación con la comida”, o el Premio de Dramaturgia Innovadora Casa de América 2003, con su Monólogo necesario para la extinción de Nubila Wahlheim y Extinción, respaldan la carrera artística de un dramaturga que ha seguido sorprendiendo en los diversos campos de la literatura publicando tanto teatro, resaltando obras como Greta quiere suicidarse, Suicidio de amor por un difunto desconocido, como narrativa, con En el suspiro, el lucernario embozado o Camisones para morir, hasta acabar abarcando con Los deseos en Amherst su visión más poética.
  Las entrañas de sus obras, quedan así, dispuestas dentro del desacralizado convento de Santa Lucía, esperando la inquietud de quien tras la noticia del galardón, en los medios, sienta sana curiosidad de conocer los entresijos espirituales y creativos de una Angélica Lidell, que sin tener que demostrar nada nuevo, irrumpe en la actualidad, recompensada con uno de los premios más prestigiosos, encumbrándola, hoy, con noticiosa teatral.          

                  SEVILLA / J.P De Cosa
                 (Angélica Liddell en una representación de sus obras)

WEB:  www.angelicaliddell.com/

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